martes, 6 de febrero de 2001

Evaristo Rivera

Evaristo Rivera Martín es un venerable anciano aferrado a la vida como una lapa, tranquilo, práctico y sentimental. Encontró en el trabajo de basurero la posibilidad de hacer una colección de libros inmensa, normalmente de libros sin interés aparente o en un deplorable estado de conservación. Se beneficia de la tendencia de la "alta sociedad" a cambiar el papel por los medios audiovisuales, pues cada vez son más molestos los numerosos tomos de papel, teniendo en cuenta que las viviendas son cada vez más pequeñas. Evaristo pone mucho interés en todos y cada uno de los libros que encuentra, pero si por cualquier motivo no mereciera la pena su lectura, sirven para avivar un buen fuego.

Nadie se lleva mal con Evaristo, sobre todo porque él nunca ha hecho nada para ello, y si alguna vez se ha visto en problemas, sus compañeros del Departamento siempre están dispuestos a protegerle. Aún así, Evaristo no habla mucho, aunque cuando lo hace, suele utilizar frases recogidas de sus múltiples lecturas, sin nombrar su origen, a menos que se lo pidan, para no parecer "arrogante", y a menudo alún compañero le ha visto en algún lugar apartado, recitando poemas de memoria, mirando al cielo o a ninguna parte.

En algunas festividades, sus amigos o conocidos traen a sus hijos, primos, o hermanitos para que les cuente cuentos, y Evaristo lo hace con un entusiasmo renovado, como si se sintiera feliz de transpasarles su conocimiento y las sensaciones que sus historias producen, porque el interés que ponen los niños por sus cuentos es mayor dle que ponen los mayores. A través de ellos intenta enseñarles las cosas bonitas de la vida, la mayoría inaccesibles o desaparecidas hace tiempo.

Evaristo parece estar sumergido en su propia realidad, como si no quisiera aceptar la realidad de la sociedad. Sus cuentos favoritos son los que tratan de amor, sobre todo cuando acaban bien. también le encantadescribir la naturaleza como era antes de que fuese necesaria la implantación de árboles transgénicos resistentes a la contaminación; se emociona contando cómo eran los animales, ya extintos (salvo los que se han adaptado a las ciudades).

Cuando habla de casa de campo, lagos de cisnes, verdes bosques, de osos, águilas, ardillas... los que aún no han oido ninguna de sus historias, cree estar oyendo de lugares extraños, imposibles, o tal vez hechos a la medida para algún excéntrico rico que ha comprado una porción del planeta para satisfacer sus caprichos. Pero realmente, poco queda ya de aquello. En el fondo, Evaristo piensa que la única forma de que todo vuelva a la normalidad es que que se extinga la humanidad, y que la madre naturaleza vuenla a desarrollarse como ella misma dicte, pero no lo dice porque ya hay unas cuantas sectas que predicen el fin del mundo, y noquiere verse relacionado en dichos asuntos.

Evaristo Rivera tiene su propia idea de Dios. Ha leído mucho y ha llegado a una conclusión, pero como se habla demasiado de ello, su opinión no iba a aportar nada importante. Se lo guarda para sí y para algún niño que le elija a él como consejero.

Cuando está de servicio se encarga del trabajo menos peligroso; no es que no se atreva, sino que sus compañeros le aprecian lo suficiente como para no exponerle a los delincuentes que esperan sacar hasta las tripas de quien cojan desprevenido por las calles. Una vez asegurada la zona, se dedica o bien a conducir el transportador, o el brazo mecánico o la pala. Hace ya tiempo, cuando su cuerpo le respondía perfectamente, era capaz de cualquier trabajo, por duro y peligroso que fuera, pero se ha visto relegado a posiciones más seguras, con ciertas reticencias por su parte. A pesar de su aparente deterioro físico, gracias a su afición a leer mantiene su cerebro totalmente en forma, más aún que la mayoría de la gente "normal", aunque su desviación hacia "su fantasía" haga que algunos opinen lo contrario.

Físicamente es un hombre enjuto, pero no aparenta ser débil, sino más bien como si hubiera concentrado toda su fuerza en la mínima cantidad de fibra posible, aunque en ocasiones parece perder los nervios y es incapaz de controlar sus movimientos.

Tampoco como mucho, porque sabe que los alimentos que se producen actualmente están fabricados químicamente, a pesar de lo que dice la publicidad, y de vez en cuando gasta bastante dinero en comprar alimentos de contrabando traídos de algún lugar donde se producen secretamente, a espaldas de las Corporativas Alimenticias, productos biológicos. Evaristo sabe que es un lujo, pero no tiene muchos otros gastos. De vez en cuando comparte algo con algún buen compañero, pero sabe que están perseguidos y lo mantiene bastante oculto.

Creador: Guillermo